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Foto del escritorGonzalo Escrig Molina

El periodismo y su papel en la sociedad

Actualizado: 14 ago 2022




Periodismo y democracia:


Según el código ético de la Sociedad de Periodistas Profesionales (SPJ), el principio fundamental de cualquier periodista ético es buscar y reportar la verdad. Este principio es básico para que una democracia pueda ser considerada como tal. Debemos tener en cuenta que el periodismo actúa como cuarto poder. Es decir, el periodismo es el encargado de vigilar el comportamiento de los tres poderes del estado; el poder legislativo, el poder ejecutivo, y el poder judicial. Por lo tanto, el periodismo tiene la responsabilidad, tiene el deber de buscar y reportar la verdad de la conducta del estado. Tal y como explica el profesor Luis Núñez Ladevéze en su artículo ‘Democracia, información y libertad de opinión en la era digital’, “Periodismo y democracia [...] están unidos”. Sin embargo, aunque la democracia siempre está ligada al periodismo y a la libertad de expresión, el periodismo no siempre está ligado a la democracia. Hay que comprender que los medios de comunicación representan una gran amenaza para las dictaduras y estados autoritarios. Desde la revolución rusa de 1917 y la toma de poder de Lenin, los totalitarismos han controlado los medios de comunicación hasta el punto de crear sus propios periódicos, emisoras de radio, y canales de televisión. Un claro ejemplo de esto es la ocupación de las instalaciones de la Radio y Televisión Española (RTVE) durante el golpe de estado el 23 de febrero de 1981 que alteró su programación para emitir marchas militares. Durante las 17 horas que pararon el país, hubo un periodismo sin libertad de opinión, sin reconocimiento del derecho a la información y sin transparencia del poder político. Lo mismo sucedió, pero a gran escala en la Unión Soviética o en la Alemania Nazi, donde se fabricaron más de 7 millones de radios entre 1939 y 1945, el 40% de la producción total del país, para difundir la propaganda Nazi a manos de Joseph Goebbels y la RRG, la red nacional de emisoras regionales alemana. A través de la radio, los nazis consiguieron llevar su mensaje de odio a todas las casas alemanas, donde impulsaron el nacionalismo, el antisemitismo y las ansias de guerra. Como dijo el propio Goebbels, “una mentira repetida adecuadamente mil veces se convierte en una verdad”. Este periodismo es un periodismo controlador, ya que se controla la información para que, en lugar de estar al servicio de la libertad de opinión, sirva como instrumento del poder político. Núñez afirma que “no hay democracia sin periodismo”, y teniendo en cuenta que la base de cualquier democracia se sustenta sobre la libertad de expresión, la igualdad, y la justicia, podemos afirmar que evidentemente tal y como argumenta Núñez, el periodismo y su consiguiente libertad de expresión es lo que atestigua que un estado es democrático. No es inusual en una democracia que el poder se descarrile de los principales pilares democráticos que se han mencionado previamente, al fin y al cabo, toda democracia está compuesta por hombres y mujeres imperfectos. Es en ese descarrilamiento donde el periodista se convierte en el símbolo de la democracia, ya que en representación del pueblo reprende al estado y su comportamiento antidemocrático. El ejemplo más evidente del buen periodismo es el escándalo Watergate donde los periodistas del Washington Post Bob Woodward y Carl Bernstein desenmascararon una trama de espionaje y escuchas que la Administración Nixon llevó a cabo durante la campaña electoral de 1972.

Dicho desencubrimiento llevó a la dimisión de Nixon como presidente de los Estados Unidos de América. El escándalo Watergate demuestra que el periodismo es necesario para la democracia, ya que, si el ciudadano no puede conocer los asuntos políticos, no podrá conocerla toma de decisiones políticas sobre los asuntos que los conciernen. Dicho de otra forma, los ciudadanos necesitan saber si el presidente de su país les ha mentido en algo, puesto que eso puede significar que les puede haber mentido en más cosas. A la hora de votar, el pueblo debe conocer a los candidatos, a los partidos, sus ideas y sus actos, ya que estos condicionaran sus vidas. Actualmente, vivimos en una sociedad donde el papel del periodista se ve cuestionado diariamente. Cada vez es más común ver a políticos señalar a periodistas no solo en entrevistas, sino en plenos del congreso, en campañas electorales, y en ruedas de prensa. Esta actitud por parte de los políticos se repite constantemente hasta el punto de haberse normalizado. En España, el propio gobierno está limitando el acceso a periodistas pertenecientes de medios de ideologías opuestas a las del actual gobierno de coalición. Este comportamiento agresivo contra los medios de comunicación sucede debido a la falta de condicionamiento por parte de algunos periodistas. Hay que tener muy claro que el gobierno y los partidos presionan la tarea periodística en busca de su beneficio. En cuanto un periodista hace preguntas incómodas, cuestiona el mensaje oficial, y/o exige una cierta transparencia por parte de las instituciones públicas, dicho periodista pasa a ser persona non grata dentro del círculo social político. En el ‘Informe de Derechos Humanos de 2020’ de Estados Unidos sobre España, se habla sobre múltiples quejas hacia oficiales del gobierno español por atacar a ciertos medios de comunicación y periodistas específicos. El informe destaca que Pablo Iglesias, Vice Segundo Presidente de España en el momento, amenazó con enviar a prisión a un periodista por publicar información comprometida sobre Podemos y su financiación.

Este tipo de comportamiento hacia los periodistas evidencia más la importancia de los medios de comunicación en las sociedades democráticas. Hacen falta profesionales dispuestos a arriesgar su trabajo para destapar infracciones, casos de corrupción y agresiones por parte del gobierno para que nosotros como ciudadanos podamos asegurarnos de que nuestro voto se utiliza para preservar la democracia y gobernar con integridad y honestidad, y no para lucrarse a costa de los ciudadanos. ¿Si no estuvieran los periodistas para señalar este tipo de comportamientos, quién lo haría?

Por tanto, como se ha argumentado previamente, la democracia está ligada al periodismo, aunque el periodismo no lo esté a la democracia. Los medios de comunicación se pueden emplear con fines totalitarios para someter a todo un país bajo el yugo de una sola persona o una ideología, demostrando el gran poder de persuasión que estos generan en la gente. Si aplicamos dicho poder mediático a una democracia nos daremos cuenta de la responsabilidad que recae sobre cada uno de los periodistas. Como miembros operativos del cuarto poder, su deber debe ser siempre buscar y reportar la verdad, defender y representar al pueblo, y luchar contra aquellos que intentan callarlos. Al fin y al cabo, un periodista es un protector de aquellos sin protección, alguien que busca la verdad y constantemente presiona a nuestros líderes hasta que consigue respuestas, un periodista trabaja para los gobernados, no para los gobernantes. Si no hay nadie para cuestionar el sistema, que lo dispute, que lo ponga en duda, entonces no hay democracia. Tal y como dice Ladevéze, "El periodismo profesional subsistirá porque la sociedad siempre necesitará distinguir la dignidad de la zafiedad de la bazofia periodística".


El periodismo como reflejo del mundo:


Tal y como comentó el periodista Vicent Montagud, en relación a los hechos noticiosos, “hay un viejo dicho periodístico: que un perro muerda a un niño no es noticia, pero que un niño muerde a un perro sí es noticia, porque es algo extraño, es algo poco común” [...] “El interés de los medios de comunicación por la excepcionalidad hace que una persona migrante que está integrada, que no causa problemas, que contribuye al bien general, que paga sus impuestos, que lleva una vida normal, no tenga interés; y que una persona migrante o refugiada que comete un delito, por cuanto es excepcional sale en los medios. Entonces da la sensación de que es algo común, porque aparece en los medios, y no es así.” Por tanto, es importante entender que nuestra visión del mundo está sesgada por los medios de comunicación, de tal forma que nuestro entendimiento de la actualidad depende de la definición que los medios consideren de lo que es noticia y lo que no.

Esta visión acotada de la realidad es una de las características principales de la prensa desde sus orígenes, tras la invención de la imprenta y con las primeras revoluciones del siglo XVIII.

El nacimiento de una sociedad de masas con una cultura de masas, y la consolidación de un periódico de masas se puede situar a principios del siglo XIX.


Tenemos que entender que un periódico necesita público, mucho público. Es por ello, que los periódicos necesitan un público masivo. Y en cierto modo, se puede argumentar que esa dependencia de los periódicos de su público les hace esclavos de ellos. Es decir, los periodistas que forman el periódico tienen que seleccionar cada noticia no sólo según su importancia, sino también por el interés que suscitan a sus lectores, para así poder vender el mayor número de ejemplares y/o ediciones posibles. El hecho de que las noticias sean seleccionadas para nosotros, genera una especie de gueto informativo en el que solo recibimos un cierto tipo de noticias con las que creamos o generamos nuestra propia visión del mundo. Hay que recordar que el periódico es una ventana por la que miramos al mundo, y la forma en la que se nos lo muestra determinará esa visión que tenemos como lectores de él. Un claro ejemplo de ello se puede ver en nuestra visión de las migraciones. Nuestra visión de ellas se ve condicionada según la ventana por la que miramos. O, dicho de otra forma, según el periódico que leemos, ya que tendremos una forma u otra de ver la migración. Algunos medios pueden hablar sobre "crisis migratoria" mientras que otros pueden hablar de "movimientos migratorios". Pasa lo mismo con las imágenes, el usar fotografías de un alto número de personas en la frontera, o el de un criminal de otra nacionalidad puede, evidentemente, afectar a la visión final del lector hacia las personas migrantes. Tal y como dice Inmaculada Rius Sanchís en ‘La imagen del imperio, o la justificación del imperio en imágenes’ “Texto e imagen no sólo han ido de la mano durante mucho tiempo, sino que han mantenido una íntima relación, de forma expresa en el campo periodístico”. Esta imagen negativa sobre la migración es muy común en los medios de comunicación. En el ‘Informe sobre las migraciones en el mundo 2018’ de la OIM, se dice claramente que “prácticamente no hay día en que los medios de comunicación no difundan -ya sea de manera tradicional a través de los nuevos canales de comunicación- reportajes sobre diferentes aspectos de la migración, principalmente sobre los negativos”.

Como he comentado previamente, a través de los titulares, los periódicos son capaces de guiar a los lectores hacia una imagen, ya sea negativa u opositiva, sobre la migración. Un ejemplo se puede encontrar en la forma en la que los periódicos nacionales hablan sobre las famosas ‘fugas de cerebro’. En vez de llamar los ‘movimientos masivos’ o ‘crisis migratoria’, abogan por términos mucho menos hostiles. Nunca debemos subestimar el cambio cultural que pueden generar los movimientos migratorios, y que ayudan a una evolución o un crecimiento de la cultura de cada país. Tal y como señala Antonio Aja Díaz en ‘Tema en torno a un debate sobre las migraciones internacionales’, Los impactos de los movimientos de población “se manifiestan en el orden económico, [...] las relaciones internacionales, a la vez que conducen a una mayor diversidad étnica y cultural”. La prensa, evidentemente también tiene un papel importante en estos movimientos de poblaciones. Tenemos que entender, que muchos inmigrantes, una vez llegan al país destino, se encuentran en un terreno inexplorado, lleno de gente con una cultura radicalmente distinta. Gracias a los medios de comunicación como la prensa, la televisión, o la radio, los migrantes pueden entender nuestra cultura, desarrollar el idioma, y comprender las normas de conducta que la sociedad espera que cumplamos. Sin embargo, los medios de comunicación también tienen sus limitaciones. Las agencias de noticias, evidentemente, tienen sus propios temas de interés, y muchas veces se limitan a informar sobre una parte del mundo. Según Eduardo Galeano, “asistimos a un monólogo del norte sobre el sur”. Las principales agencias de noticias: Reuters, Associated Press, France Press, y la Agencia EFE, informan sobre la parte del mundo que a ellos les interesa. La Agencia EFE, al ser española, informa mayoritariamente sobre América Latina, y antiguas colonias españolas. Luego cabe deducir que, la concentración de periodistas y medios en zonas concretas de la geografía se traduce en la escasa visibilidad de la situación que viven a diario millones de personas de países de difícil acceso para la prensa. No solo esto tiene un importante papel en la manera en la que, como público, percibimos los movimientos migratorios, sino también el propio vocabulario empleado en las noticias. Con el aumento de los movimientos migratorios a causa de los miles de refugiados afganos, hemos observado cómo los medios utilizaban ciertas palabras que podían conducir al alarmismo, tales como "olas" o "masas", o directamente se les daba a los migrantes un tratamiento despersonalizado y condescendiente.

Esta visión negativa que pueden ofrecer los medios conlleva el aumento de actitudes xenófobas y racistas en los países destino de los refugiados, y es una clara muestra de la enorme falta de empatía de la que a menudo los medios hacen gala. Hay que recordar, que muchas veces los medios, y la gente en general, olvida que detrás de cada cifra, que detrás de cada titular, de cada noticia, hay una persona, una vida y una historia. Pero estamos en pleno siglo XXI, y los medios de comunicación tradicionales, la prensa, la radio y la televisión, ya no son la niña ventana que tenemos por donde ver la realidad.


Ética y periodismo:


Nos encontramos en un momento clave del periodismo, no solo en España sino en todo el mundo. Según un sondeo realizado en octubre de 2020 por GAD3 a 4.300 personas en todo el país, hay una cierta desconfianza por parte de los ciudadanos hacia los periodistas y los medios en general. La radio es el canal que mayor confianza genera entre los españoles a la hora de informarse con un 68% de los encuestados a favor, seguido de la prensa escrita. Las redes sociales son las más acusadas de propagar las fake news entre los encuestados de más de 40 años, mientras que los menores de treinta aseguran que prefieren las redes sociales, los vídeos y podcasts a la hora de informarse. Además, los españoles dan mayor credibilidad a la información aportada por profesionales del ámbito que por los periodistas. Aunque lo realmente curioso es que el nivel de confianza en los periodistas crece a medida que aumenta la de la audiencia. ¿A qué se debe este corte generacional? ¿Por qué desconfían los jóvenes de los medios tradicionales?

El principal problema que podemos encontrar en los jóvenes actualmente es la dificultad que tienen a la hora de diferenciar entre comunicar e informar. En esencia, la comunicación hace referencia a la transmisión de datos. Estos pueden ser sentimientos, opiniones, afirmaciones de cualquier tipo, etc. Pero, tal y como afirma el profesor Norberto G. Gaitano, "puede existir comunicación sean cuales sean los datos que se comuniquen, y sean cuales sean sus características". Sin embargo, la información "no es tal si no corresponde con la verdad; o sea debe ser por fuerza verdadera".

Con la proliferación de internet y la creación de nuevos medios "independientes" hemos sido testigos de la caída en desgracia del periodismo. La audiencia siente que los mensajes están cada vez más politizados y la información está sesgada, ya que muchos de los nuevos medios trabajan para integrar un mensaje concreto en la sociedad. El hecho de que el público no sepa diferenciar entre los comunicadores y los periodistas acaba finalmente afectando a la imagen que tienen los ciudadanos de los periodistas. Al final, todo se reduce a lo que apunta Mauro Wolf en 'La investigación de la comunicación de masas':

"El problema de la credibilidad de la fuente no está relacionado con la cantidad efectiva de información recibida, sino con la aceptación de las indicaciones que acompañan a dicha información. Dicho de otra forma, puede producirse la recepción pero la escasa credibilidad de la fuente selecciona su aceptación"

¿Acaso es moral que estos pseudo-periodistas utilicen sus plataformas para atacar y señalar a figuras concretas? Tenemos que recordar que la relación entre emisor y receptor "no quiere instancias críticas, porque se pretende que el mensajero sea meramente eso, un mensajero, y no un intérprete".

Los medios de comunicación tienen una responsabilidad para con su audiencia, y es esencial que impulsen la actitud crítica de la ciudadanía para que, a la hora de seleccionar la información, que va en aumento, puedan diferencia "la paja del trigo". El hecho de que los líderes de opinión apenas desempeñan su función de filtro a raíz de la difusión de temas, informaciones y opiniones ha causado que "la mayor parte de los mensajes de las comunicaciones de masas sea recibida de forma directa, sin pasar, para difundirse, por el nivel de comunicación interpersonal". Es esencial que el ciudadano busque fuentes de conocimiento que complementen a los medios para que puedan relacionarse con los medios desde una posición crítica, y así se impulse en los medios la búsqueda activa de la verdad.

A continuación, les recomiendo que le echen un vistazo a la reflexión de Jesús Quintero sobre la responsabilidad de los medios de comunicación, que, a mi juicio, explica a la perfección el estado actual de los medios:


¿Periodistas o comunicadores?, el fenómeno Ibai Llanos:


Antes de empezar, es importante explicar las diferencias entre periodistas y comunicadores, ya que, tal y como aseguró Ángel Fernandez Millán, vicedecano del Colegio de Periodistas de Andalucía, "hay un tremendo intrusismo en nuestra profesión" y hoy en día "la gente no sabe diferenciar a un periodista de un comunicador". En el caso de Ibai Llanos, podríamos decir que más que un comunicador, es un streamer. Los streamers son realizadores de transmisiones en directo. En los últimos tiempos, dichos streamers han estado batiendo récords de audiencia tanto en YouTube como en Twitch. Según datos de Esports Charts, en los primeros días de marzo de 2020, Twitch registró un aumento de casi el 100% con un promedio de 2,2 millones de espectadores. A finales de mes, las horas de visionado habían subido un 37% y las horas en directo un 27%. (Martín, 2021, 106).

Algunos creadores han conseguido incluso volverse estrellas internacionales, como Rubén Doblas Gundersen “elRubius” o Ibai Llanos. Recientemente (2020), Ibai Llanos fue nombrado mejor streamer del mundo. Ese mismo año, se atrevió con una retransmisión de las campanadas en directo desde la plataforma Twitch. Dicha retransmisión obtuvo más de 550 mil visualizaciones en directo y en los días posteriores a su retransmisión, superó en audiencia a algunos canales de televisión nacionales. Ahora bien, ¿qué es el periodismo? ¿En qué se diferencia un periodista de un comunicador?

En el libro 'Los elementos del periodismo', se dice que “el periodismo no es más que el medio que la sociedad ha creado para suministrar información [...] los profesionales del periodismo comparten algunos principios bien definidos cuyo cumplimiento los ciudadanos tienen derecho a esperar”. (Kovach & Rosenstiel, 2012). El primer propósito del periodismo es “proporcionar al ciudadano la información que necesita para que sea libre” (Kovach & Rosenstiel, 2012). Para poder proporcionar a la ciudadanía la información necesaria para ser libre, hay que seguir una serie de elementos:

  • Decir y contar la verdad

  • Siempre ser leal a los ciudadanos por encima de todo

  • Verificar SIEMPRE la información

  • Mantener su independencia con respecto a quienes informa

  • Ejercer como un poder independiente (cuarto poder)

  • Permitir un foro público para la crítica y el comentario

  • Las noticias deben de ser exhaustivas y proporcionadas

Está claro que no hace falta tener un grado universitario en Periodismo para poder ejercer como tal, ya que la constitución otorga a todos los ciudadanos la libertad de informar. Sin embargo, como ya he explicado con anterioridad, sí que hay que seguir una serie de códigos deontológicos, puesto que, en palabras de Francisco Javier Galán, miembro de la Junta Directiva de la FAPE, "lo que verdaderamente diferencia a un periodista de un comunicador es el método y la ética". Ibai parece cubrir gran parte de los elementos de la lista anterior como: decir y contar la verdad, ser siempre leal a los ciudadanos (suscriptores en su caso), y permitir un foro público. No obstante, Ibai no suele verificar la información que comenta durante sus retransmisiones en directo, lo que evidentemente anula otro de los elementos. Sus noticias no suelen ser muy exhaustivas y proporcionadas y no mantiene independencia con respecto a quién informa. Aunque Ibai Llanos ha repetido muchas veces que él no es periodista, ha podido realizar grandes entrevistas a algunos de los futbolistas más importantes como Gerard Piqué. Dicha entrevista, o mejor dicho conversación, de 2 horas de duración, convirtió la sección de Ibai (Charlando tranquilamente) en una de las entrevistas más deseadas de los futbolistas y más envidiadas de los medios tradicionales. La frescura y agilidad del streamer le ha ayudado a ganarse la confianza del público y de los futbolistas. Algo que los medios tradicionales no han conseguido.


Los cambios en el periodismo:


El éxito de las plataformas de streaming como Twitch radica en la comunicación horizontal. Hoy en día, los medios de comunicación tradicionales forman parte de la comunicación vertical, en la que unos pocos se dirigen a muchos sin que estos puedan participar en el debate. En las redes sociales, los espectadores pasan a ser parte activa del acto de la comunicación. Ahora, cuando los espectadores tienen algún problema con los telediarios o con los periódicos impresos, hacen uso de la segunda pantalla (el móvil) para trasladar sus quejas mediante redes sociales como Twitter. Como dice Fernández, "todos somos prescriptores y productores de información". Ahora "cuando hablamos de periodismo, hablamos de los teléfonos móviles. Ahí es donde se hace el periodismo actual". Y todos estos cambios, o gran parte de ellos, se han producido por la propia audiencia. El problema fundamental reside en las costumbres de los jóvenes. Roberto González (RTVE Canarias) tiene una teoría a la que llama ««teoría del salchichón» Para González, el informativo es como “una especie de salchichón que ya no se vende entero, sino que ahora tiene que ir loncheado para que la gente lo consuma de esa manera”. (Martín, 2021, 117) La gente quiere recibir el máximo número de información en el menor tiempo posible. Un ejemplo de ello, son los informativos de Antena 3 que realizan un resumen de escasos minutos de las noticias más destacadas antes de comenzar el telediario.

Los jóvenes buscan poder acceder al contenido cuando quieran, lo que ahora se llama vídeo bajo demanda. Las plataformas como Twitch cumplen eso requisitos, convirtiéndose para muchos adolescentes en la nueva televisión.

En datos, las transmisiones de Twitch en España han llegado a registrar 2 millones de personas consumiendo el mismo contenido al mismo tiempo. Durante las primeras semanas de confinamiento, se registró un 50% de aumento de horas consumidas. En 2020, la plataforma duplicó el consumo de 2019 y pasó de 750 millones de horas a 1491 millones. (Martín, 2021, 120)


La comunicación como negocio:


Si podemos encontrar algún paralelismo entre los medios convencionales y las redes sociales como Twitch sería la dependencia de la publicidad para recibir beneficios. No obstante, en los últimos tiempos se ha podido observar que la publicidad ha empezado a reducir su inversión en los medios tradicionales para invertir en las redes sociales. Está claro que los anunciantes, las marcas, quieren estar donde está la audiencia. Lamentablemente, la visión del periodismo de Agustín Yanel, secretario general de la Federación de Sindicatos de Periodistas, que asegura que "nosotros no manejamos un producto de mercado, ya que la comunicación es un derecho constitucional", me recuerda en esencia a la visión de la política que Aaron Sorkin no enseñó en El ala oeste de la casa blanca. Al final ambas visiones, puestas en práctica, solo evidencian que los mundos que nos presentan son una utopía. La contaminación mediática, formada por la tiranía de los clicks y la polarización del debate político han creado una sociedad hipermediatizada. Como dice Alfonso Méndiz en 'Publicidad y valores: criterios para una adecuada valoración':

"La proliferación de canales (locales y universales; generalistas y temáticos; impresos, electrónicos, on-line, etc.) junto a la multiplicación de los emisores (las empresas, las corporaciones, las ONG, las instituciones...) ha conllevado un progresivo y desenfrenado aumento de los mensajes publicitarios o comunicativos"

Como apunta Fernández, “los medios de comunicación privados tienen que cumplir una función social. Pero a ellos no les importa lo más mínimo la deontología. Las empresas ahora mismo van a su negocio”. Pero sin deontología profesional no puede haber periodismo, puesto que los periodistas tienen que hacer una información de calidad, leal y contrastada. Parece que los medios de comunicación no se paran a pensar en los valores que nos vende la publicidad actual. Es importante recordar que la publicidad tiene una enorme influencia para imponer modas, actitudes y estilos de vida. En 1986 Richard Pollay desarrolló su teoría del “espejo distorsionando” concluyendo que la publicidad distorsiona los valores de la sociedad en la que se encuentra. Y por ello la publicidad, más que un reflejo de la sociedad es una distorsión de ella. Pero al final, tal y como dice la profesora Harvard Jill Lepore, “el futuro de los medios de comunicación está en la publicidad como contenido”.

Por tanto, como afirma Quiroz Pacheco en ‘Las redes sociales como herramientas del periodismo digital’, “los jóvenes, en todo el orbe, no tienen en consideración las vías tradicionales de información, optando así por informarse de forma directa desde sus cuentas de Facebook y Twitter”. (Pacheco, 2014, 7) Ibai Llanos ha sabido adaptarse a la perfección al nuevo lenguaje audiovisual que consume el público más joven y gracias a eso y a la comunicación horizontal, ha logrado introducir nuevos cambios en el periodismo deportivo aún no siendo él periodista. Por esta razón el periodismo, como profesión, debe estar dispuesto a aceptar los cambios y entrar definitivamente en esta nueva era de los tweets y podcasts, para llegar así al público juvenil. Eso sí, sin perder los valores que han definido el periodismo desde sus inicios; la información veraz, contrastada y de calidad. Como dice Javier Martín-Domínguez en ‘El día en el que desaparecieron las noticias’: “el periodismo no puede ni debe tener miedo al futuro que ya está aquí”.


Bibliografía citada:


Agejas, J. Á. (2002). Ética de la comunicación y de la información (J. Á. Agejas, Ed.). Ariel.


Ajaz Díaz, A. (2004). Temas en torno a un debate sobre las migraciones internacionales. CEMI, Centro de Estudios de Migraciones Internacionales. chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/http://biblioteca.clacso.edu.ar/Cuba/cemi-uh/20120822094918/temas.pdf


Goebbles, J., & Hitler, A. (n.d.). EL ARTE DE LA MENTIRA SUCINTO TRATADO PARA PRINCIPIANTES. PROPAGANDA ANTINAZI 2ª GUERRA MUNDIAL.


Kovach, B., & Rosenstiel, T. (2012). Los elementos del periodismo edición 2012: Todo lo que los periodistas deben saber y los ciudadanos esperar (A. Diéguez Rodríguez, Trans.). Aguilar.


Jáuregui, F., & Martín, S. (Eds.). (2021). Periodismo 2030: recetas para la era de la comunicación digital. Almuzara.


Núñez Ladevéze, L. (2016). DEMOCRACIA, INFORMACIÓN Y LIBERTAD DE OPINIÓN EN LA ERA DIGITAL chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://repositorioinstitucional.ceu.es/jspui/bitstream/10637/8438/1/Democracia_LNu%C3%B1ezLadeveze_2016.pdf


Organización Internacional para las Migraciones. (2018). Informe sobre las migraciones en el mundo 2018. Marie McAuliffe.


Ríus Sanchis, I. (2000). La imagen del imperio, o la justificación del imperio en imágenes. In Propaganda impresa y construcción del Imperio Moderno y Contemporáneo (pp. 59-71). Alfar.


Sociedad de Periodistas Profesionales. (2015). Código Ético. chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.spj.org/pdf/ethicscode/spj-ethics-code-spanish.pdf


Pacheco, Y. R. Q. (2014). Las redes sociales como herramientas del periodismo digital. Cultura, 28(28), 26. https://www.revistacultura.com.pe/revistas/RCU_28_1_las-redes-sociales-como-herramientas-del-periodismo-digital.pdf


U.S Department of State. (2020). Spain - United States Department of State. State Department. Retrieved August 1, 2022, from https://www.state.gov/reports/2020-country-reports-on-human-rights-practices/spain/


Wolf, M. (1987). La investigación de la comunicación de masas (C. Artal, Trans.). Paidós.


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